La naranja es una de las frutas más consumidas en el mundo, pero ¿sabes cuál es su origen y cómo llegó a nuestros mercados? En este artículo te contamos la historia del consumo de la naranja, sus propiedades y beneficios al consumirla.
La naranja es el fruto del naranjo, un árbol de la familia de las rutáceas que se cree que se originó en el sureste asiático hace unos 4.000 años. Los primeros registros del cultivo de la naranja se remontan a la antigua China, donde se consideraba un símbolo de prosperidad y buena suerte. Los comerciantes árabes introdujeron la naranja en el Mediterráneo en el siglo X, y desde ahí se extendió por Europa gracias a las cruzadas y los viajes de exploración.
La naranja que conocemos hoy en día es el resultado de la hibridación entre la naranja amarga y la mandarina, que se produjo de forma natural o artificial en algún momento entre los siglos XV y XVII.
La naranja dulce se popularizó por su sabor agradable y su alto contenido en vitamina C, que ayudaba a prevenir el escorbuto, una enfermedad causada por la falta de esta vitamina. La naranja también se utilizaba con fines medicinales, cosméticos y culinarios.
Hoy en día, la naranja es una de las frutas más producidas y exportadas en el mundo, con China, Brasil, India, Estados Unidos y México como los principales países productores. La naranja se consume principalmente en forma de zumo o entera, pero también se aprovecha su cáscara para elaborar mermeladas, dulces, licores y aceites esenciales.
La naranja tiene numerosas propiedades y beneficios para la salud, entre los que destacan:
Es una fuente de vitamina C, que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario, a la formación de colágeno para la piel, los huesos y los cartílagos, y a la protección de las células frente al daño oxidativo.
Contiene otros antioxidantes, como los flavonoides y los carotenoides, que ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro y a proteger contra algunas enfermedades crónicas.
Aporta fibra, que favorece el tránsito intestinal y la sensación de saciedad.
Tiene un efecto alcalinizante, que equilibra el pH del organismo y previene la acidosis.
Es diurética, depurativa y antiinflamatoria, lo que facilita la eliminación de toxinas y líquidos retenidos.
Estimula la producción de saliva y jugos gástricos, lo que mejora la digestión y previene las úlceras.
Tiene propiedades antisépticas y antibacterianas, lo que ayuda a combatir las infecciones respiratorias y bucales.
Es rica en ácido fólico, que es esencial para el desarrollo del feto durante el embarazo.
Como ves, la naranja es una fruta muy completa y beneficiosa para tu salud. Te recomendamos que la incluyas en tu dieta diaria, preferiblemente fresca y entera para aprovechar todos sus nutrientes.
Autor: Selene.