Este pasado invierno, hemos vivido una maravillosa experiencia en tierras aragonesas, junto a unos experimentados agricultores, hemos sido testigos de la maravillosa experiencia de recolectar trufas. Fue un día que nos gustaría repetir, en el que no faltó aventura, entre barrancos, caminos sin asfaltar, ganado, nieve y por supuesto, no hace falta que les cuente de las maravillosas vistas de estas montañas entre los límites de la Comunidad Valenciana y Aragón. Lo que nos motivó a escribir y compartir este artículo.
Acompañados de nuestros osados amigos y expertos en la materia, nos adentramos en un mundo nuevo para nosotros, esperando con ansia ver como estos hongos se dejaban encontrar. Pero, esto hubiera sido imposible sin la estrella protagonista quien nos guio hasta ellas, con su olfato rastreador y bien entrenado.
La perrita llamada Luna, quién era la reina en olfatear las suculentas trufas, nos regaló varias sorpresas. Eso sí, más que sabida, una vez que ya no había más, quería seguir haciéndonos creer que había encontrado más para recibir su premio, me nos mal que su dueño la conoce y paramos de buscar.
Ese día encontramos algunas trufas, una de ellas del tamaño de un puño, era emocionante ver a la perrita Luna señalar con su patita el lugar donde se encontraba la trufa, así se procedía a escarbar a los pies de un árbol típico en el que se suelen encontrar las trufas, con gran paciencia y determinación se llegaba hasta donde se encontraba la ansiada trufa.
Para conocer un poco más y de la mano de los expertos, nos adentramos en el misterioso mundo de los hongos subterráneos, en el que la trufa brilla con luz propia. Conocida como el diamante negro de la cocina, este exquisito manjar ha seducido paladares por siglos y se mantiene como símbolo de sofisticación y sabor en la alta gastronomía. Pero ¿sabes de dónde viene, ¿qué la hace tan especial y cómo puedes incorporarla a tu dieta? Te lo contamos todo aquí.
¿Como llegó hasta nuestros días?
Las trufas tienen una historia milenaria. Ya en la Antigua Grecia y Roma eran apreciadas por su sabor y sus supuestas propiedades afrodisíacas. Filósofos como Teofrasto y Plinio el Viejo las mencionaban en sus escritos, fascinados por su misterioso crecimiento bajo tierra y su aroma único.
Sin embargo, fue en la Europa medieval y renacentista donde empezaron a adquirir prestigio entre las clases nobles. Francia, Italia y España se convirtieron en referentes de la truficultura, y hasta hoy siguen siendo líderes mundiales en producción y exportación.
Principales productores del mundo
Europa es, sin duda, la cuna de la trufa. Los países que encabezan la producción son:
– Francia: especialmente en regiones como el Périgord y Provenza, donde se cultiva la codiciada Tuber melanosporum, o trufa negra de invierno.
– Italia: con variedades como la trufa blanca Tuber magnatum de Alba, en Piamonte, considerada la más aromática y valiosa del mundo.
– España: Aragón, Soria y Cataluña son zonas clave en la producción de trufa negra, con un auge notable en las últimas décadas.
A nivel global, otros países como Australia, Chile y Estados Unidos han comenzado a desarrollar plantaciones, aunque aún están lejos del prestigio europeo.
Nutrientes y beneficios para la salud
Aunque la trufa se consume en pequeñas cantidades, su perfil nutricional es interesante. Entre sus componentes destacan:
– Proteínas: contiene aminoácidos esenciales.
– Fibra: favorece la digestión y mejora la salud intestinal.
– Minerales: es fuente de hierro, magnesio, calcio y fósforo.
– Antioxidantes naturales: ayudan a combatir el envejecimiento celular.
– Bajo contenido calórico y graso, ideal para dietas equilibradas.
Además, algunos estudios sugieren que sus compuestos volátiles pueden tener efectos antimicrobianos y antiinflamatorios.
Cómo consumirla: sabor en cada lámina
La trufa no se cocina como cualquier hongo. Su aroma se intensifica al contacto con el calor, pero es muy sensible a la cocción excesiva. Por eso, la clave está en laminarla finamente sobre platos calientes que activen su aroma sin destruirlo.
Algunas formas de disfrutarla:
– Sobre pasta fresca, con mantequilla y parmesano.
– En huevos revueltos o fritos, para una experiencia gourmet.
– En risottos o cremas suaves.
– Como topping en carpaccios o platos de carne.
– En aceites infusionados, para dar sabor a tostadas, quesos o ensaladas.
¿Ya la probaste?
La trufa negra se da entre los meses de noviembre y marzo, sino la has hecho parte de tu menú, no dudes en experimentar este sabor que realza y transforma cualquier plato en una experiencia sensorial. Estaremos encantados de acercarte a lo mejor de la tierra, por eso te invitamos a descubrirla y disfrutarla en tus recetas.
¿Quieres saber más sobre trufas u otros productos exquisitos? ¡Estamos aquí para ayudarte! Pregunta y con gusto te atendemos. Tu próxima inspiración culinaria puede estar más cerca de lo que crees.
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